Por Juan Tomás Valenzuela
Nada más hace un ratito
que Manola está en INAIPI
y ya se le pegó un güáipi
a la mujer de Juancito.
La comadre del viejito
que dirigía la nación,
tenía un lío de corrupción
en aquella dependencia,
que iba desde negligencia,
hasta la malversación.
Tenían un truco montado
con unos kits de comida,
entre esta misma bandida
y un grupito de taimados.
El grupo se había blindado,
con la anuencia de Danilo
y sacaron tanto filo
en la pandemia presente,
que hasta el mismo presidente,
tuvo que cortarle el hilo.
El ñú botó a Berlinesa,
contra de su voluntad,
por la angurrionalidad
conque obraba esta metresa.
Que nunca asentó cabeza
ni siquiera por su hermana,
que estaba en una canana
con un tal “Abusador”,
con el que perdió el honor,
como lo perdió Rosalba.
Pero lo que me sorprende
y me causa admiración,
es como la acusación
rápidamente trasciende.
Pues no solamente pende
el caso de Berlinesa,
también tienen en la mesa
la cabeza de Rosalba,
que siendo más que cercanas,
nunca se puso pá esa.
Juan de los Palotes
28 octubre 2020